¿CANCIONES TRISTES O ALEGRES?

La música me transporta y me aleja de los problemas, se convierte en una necesidad, en una terapia que me ayuda a liberarme y a sentirme mejor.

Pues sí, mi repertorio está más lleno de canciones tristes, quizá porque en esos momentos las musas están más despiertas o porque la compañía de mi guitarra es fundamental para paliar un poco esa melancolía. Cada uno busca la forma de gestionar o canalizar ciertos momentos y para mí componer y cantar es una buena y maravillosa técnica.

Pero últimamente me estoy saliendo un poco de esa línea de composiciones melancólicas, la música me está llevando por otros caminos. Con los años uno va aprendiendo a soltar miedos y a vivir más el presente. Vivamos SIN MIEDO, solo mantengamos los necesarios para ir caminando y dejemos atrás los que nos paralizan y nos hacen daño. Tengamos presente que SOLO HAY UNA VIDA y que cada día es un regalo.

 

 

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