Siempre vuelves en forma de baile, de inspiración, siempre vuelves para relajarme o para activarme e incluso para enfadarme. Lo importante es que siempre vuelves y me remueves.
Gracias por acompañarme, por entusiasmarme, por excitarme….
Tengo la suerte de llenarme de ti y eso no depende de nada ni de nadie.
Hace 10 años te compuse está canción ( «Llena de música» ) y hoy me sigue emocionando porque darte un poco de mi cada día es una hermosa lección.
¡Gracias música!